• El eurodiputado ha participado en un seminario organizado por la Oficina del Parlamento Europeo en España en el que se debaten los retos de seguridad y defensa en Europa

Zaragoza, viernes 14 de diciembre de 2018. “En materia de defensa, Europa debe dejar el buenismo a un lado y apostar por una estrategia práctica, con tropas sobre el terreno en aquellas zonas que sean estratégicamente relevantes”. Así lo ha manifestado el eurodiputado de Cs, Javier Nart, en una mesa redonda organizada por la Oficina del Parlamento Europeo en España, dentro del seminario ‘Europa ante el futuro de su seguridad y defensa’.

El eurodiputado, miembro de la Comisión de Exteriores del Parlamento Europeo, ha recordado que la UE “tiene que establecer cuáles son nuestras necesidades de defensa, que son desde Afganistán hasta el corazón de África”. En este sentido, Nart ha animado “a pasar a la cuestión práctica, tras decenios donde se han preparado estructuras, resoluciones, plataformas, etc”, todo ello desde una visión práctica y global, porque “hay que comprender el componente socioeconómico y medioambiental. La gente se mata por recursos, porque carece de ellos y tiene que buscarlos en algún lugar. La guerra es la consecuencia de una situación social. Hay que hacer un análisis estratégico general”. Y todo esto se conoce, según Nart, trabajando y estando sobre el terreno.

Durante la mesa redonda, el eurodiputado ha especificado cuáles son, a su juicio, “las áreas de interés estratégico para Europa”. Ha hablado del Ártico, “que se descongela y está siendo operativa para China”. Sobre el Este, Nart ha asegurado que existe “un componente histórico y una parte histérica con la amenaza de supuestas invasiones, pero el gran problema estratégico que tiene Rusia no es la UE, sino China y tenemos una necesaria relación con Rusia que habrá que contemplar”. Sobre Oriente Medio, el eurodiputado ha recordado que “estamos ajenos porque Israel castra que Europa haga cualquier cosa”, y “en el espacio saheliano no estamos dando entrenamiento en operaciones ofensivas, y las estructuras militares se castran por decisiones políticas. Nuestra capacidad operativa en el exterior es nula. Ha llegado Rusia en muchos territorios, ha dado armas y se ha quedado con el pastel, porque la gente quiere capacidad para la defensa, no sólo formación en derechos humanos”.

“Tenemos que dejar de ser políticamente correctos y pasar a ser práctica y eficazmente relevantes, con trabajo sobre el terreno en aquellas zonas de importancia estratégica”, ha concluido Javier Nart.​