• El eurodiputado de Ciudadanos, Jordi Cañas, subraya que “el desafío al que nos enfrentamos es si la recesión se va a transformar en una depresión, lo que nos obliga a tomar las decisiones valientes y firmes que nuestros ciudadanos necesitan”

El eurodiputado de Ciudadanos, Jordi Cañas, ha reclamado este jueves en el pleno del Parlamento Europeo en Bruselas que la Unión Europea emprenda más acciones comunitarias para salvaguardar la economía europea ante la crisis del coronavirus.

El eurodiputado de Renew Europeo ha lamentado que el pleno suceda en un momento marcado por “europeos debatiéndose entre la vida y la muerte, colapsos en hospitales y la actividad económica frenada a raíz del confinamiento” y ha reivindicado que “en este grave momento, las instituciones europeas hemos de estar a la altura de lo que los ciudadanos esperaron de nosotros”.

Estamos a tiempo de aprobar medidas que permitan atenuar los efectos de la pandemia y evitar que se destruya el tejido sano de nuestra economía, el futuro de nuestras empresas y empleos” ha reivindicado Cañas tras lamentar que “no tenemos vacunas para nuestros ciudadanos o para evitar o atenuar la enfermedad, como tampoco tenemos vacunas para evitar la infección en nuestra economía”.

El europarlamentario ha hecho hincapié así en que “los legisladores de la Unión Europea han de guiar las decisiones con compromiso, generosidad y solidaridad” subrayando que, excepto el plan planteado por el Banco Central Europeo, la responsabilidad de paliar los efectos económicos de la pandemia están recayendo en los Estados Miembros.

Así, tras alabar las medidas recientemente aprobadas por la Comisión Europea que, expone, “ayudarán a nuestros sistemas sanitarios y permitirán a nuestros países hacer frente financieramente a la crisis”, el eurodiputado ha alegado que “tenemos que ir más allá, ser valientes y tomar las decisiones firmes que nuestros ciudadanos necesitan”, con el fin de prevenir que la recesión se transforme en una depresión económica.

Cañas ha querido también recordar el término “riesgo moral”, acuñado durante la crisis de 2008, para incidir en que la UE puede tener que afrontar en un futuro una responsabilidad ética por no emprender medidas para controlar, no solo el número de muertes, sino la quiebra de empresas y la pérdida de millones de empleos. El europarlamentario considera que la inacción de las instituciones puede derivar en un euroescepticismo y, en este sentido, ha hecho un llamamiento a los mandatarios europeos para que se comprometan a “hacer lo necesario por nuestros ciudadanos”.

“Si no somos capaces de demostrar con hechos que nuestros ciudadanos no están solos y que en esta crisis nadie se va a quedar atrás, este virus no sólo habrá amenazado a nuestras vidas, nuestros empleos, nuestro futuro, nuestras esperanzas, sino que habrá infectado letalmente nuestra democracia y no nos lo podemos permitir”, ha finalizado el eurodiputado.