Valoración general

La Comisión Europea hace suyas, por fin, las propuestas que llevamos dos meses promocionando:

  1.  Dar confianza a los turistasestableciendo estándares comunes europeos a los pasajeros, para que tengan seguridad en trayecto (aeropuertos, puertos, aviones, trenes, etc.) y en destino (hoteles, restaurantes
  2. Apostar por laMarca Europa para potenciar el turismo entre los distintos Estados Miembro, huyendo de postulados nacionalistas que buscan mantener cerradas las fronteras y dificultar la movilidad intraeuropea.
  3. Elaborar por primera vez una estrategia turística europeapara potenciar al valor añadido de los Estados Miembro.

 

  1. Dar confianza a los turistas

Las medidas presentadas por la Comisión hoy son un primer paso para recuperar la temporada turística de este verano y la confianza de los ciudadanos. No obstante, para que estas medidas funcionen se tienen que concretar mucho más los criterios y su aplicación. Debe establecerse algo tan concreto como si es obligatorio o no el uso de mascarilla, qué distancia de seguridad mantener, qué controles se harán en estaciones de tránsito, si es obligatorio el espacio entre asientos en aviones, si se suspende el servicio de catering en aviones para evitar contaminación… siempre teniendo en cuenta la seguridad de los pasajeros, pero también la viabilidad de las medidas para que las compañías de transporte puedan operar de forma efectiva. En un mercado único y común, compañías como Iberia y Lufthansa tienen criterios radicalmente opuestos sobre todos los puntos anteriores. Eso no puede ser.

Sobre la movilidad entre áreas o regiones europeas (los corredores turísticos), lo fundamental es, una vez más, concretar los criterios por los que se considerará una zona segura o no, y homologar los criterios de evaluación. Por poner un ejemplo, en España y Bélgica se computan de forma radicalmente distinta los contagios y los fallecimientos. ¿Cómo pueden ser comparables dos regiones que se evalúan en relación a criterios diferentes? Se debe establecer un mando único que evalúe a las regiones y provincias de manera uniforme.

  1. Apostar por la Marca Europa

La #MarcaEuropa es fundamental para la recuperación de España, como llevamos insistiendo desde el principio de la pandemia. España recibe 84 millones de turistas y emite menos de 5, por lo que no podemos depender solo del turismo nacional para salvar la temporada. El proyecto europeo se construye sobre la idea de una única frontera para toda la UE: no podemos dar un paso atrás en algo tan internacional como el turismo y volver a un sistema nacional y nacionalista de fronteras. Para tener éxito hay que transmitir confianza, y los protocolos comunes lo garantizan.

  1. Elaborar por primera vez una estrategia turística europea

El turismo supone el 10% del PIB de la Unión Europea y, sin embargo, hasta la fecha no había habido una política de turismo europeo como tal. Tanto es así que ni siquiera en el presupuesto de la Unión, el llamado Marco Financiero Plurianual, no hay ni un euro destinado a turismo, siendo un potenciador económico como ningún otro: Cada euro ingresado en turismo se transforma en 1,56€ por el valor añadido que aporta el turismo a industrias adyacentes.

El impacto de la crisis no va a tener precedentes: caída del 45 al 70%, en relación al control que haya de la pandemia; crisis de liquidez hasta del 90% para aerolíneas; pérdidas de hasta 6 millones de puestos de trabajo.

Lo que busca esta propuesta es dar un marco de coordinación entre todos los Estados miembro, para garantizar una temporada turística segura. No es solo para verano, también para otoño e invierno. El objetivo es ayudar a los Estados Miembro a levantar las medidas de confinamiento y retomar la actividad de las empresas, el trabajo y la vida social. Para ello, se necesitan criterios comunes. Estas medidas solo tienen sentido si se aplican de manera idéntica en todos los Estados miembro y, a su vez, en todos los niveles administrativos inferiores (CCAA y provincias).

La respuesta de la Comisión Europea no puede acabar con este paquete de medidas, necesitamos una estrategia europea que se ocupe del turismo del mañana desde un enfoque europeo.

España va en contra de Europa

Para que el turismo pueda recuperarse es fundamental otorgar confianza a los turistas a la hora de viajar: saber que no tienen riesgo de cancelación y que se va a proteger su salud pública. Por eso, es esencial que todos los Estados Miembro se sumen a las medidas propuestas por la Comisión, puesto que la descoordinación sería letal para el sector y los puestos de trabajo que dependen de él. El Gobierno de España ha sido un claro ejemplo de descoordinación: cierre de fronteras, cuarentena obligatoria en pleno desconfinamiento, amago de establecer recomendaciones para aerolíneas sin tener en cuenta el criterio europeo…

En concreto, el caso de la cuarentena obligatoria es paradigmático: La propia Comisión dice en su texto que las cuarentenas obligatorias tras viajes son medidas que se realizaron al comienzo de la pandemia y, ahora, da recomendaciones sobre cómo levantar esa restricción. España, sin embargo, no aplicó esa medida cuando tenía sentido, que era en el pico de la pandemia, y comienza a hacerlo ahora y con fecha indeterminada, impidiendo que haya una planificación turística razonable.

El Gobierno va en dirección contraria a Europa en materia turística. Ello genera mucha desconfianza en España, como que los tour-operadores no inviertan en nuestro país y que los europeos consideren que no somos un destino seguro.