• La delegación europea se concentra en Estrasburgo en defensa del parque nacional y Soraya Rodríguez reclama que la Junta de Andalucía paralice sus planes: “Doñana se tiene que tocar, sí, pero para aprobar planes de restauración inminentes”

Varios miembros de la delegación europea de CS han participado este martes en Estrasburgo en una concentración en defensa de Doñana y han reclamado a la Comisión Europea que mantenga la vigilancia sobre este parque nacional, en riesgo desde hace años y especialmente ante la legislación que impulsa la Junta de Andalucía.

Los eurodiputados Soraya Rodríguez, Jordi Cañas, Susana Solís y Eva Poptcheva han acudido al acto junto a parlamentarios de otras formaciones políticas y con el mensaje ‘Salvemos Doñana’. “La proposición de ley de la Junta de Andalucía no puede llevarse a la práctica, porque todo el mundo sabe que no hay agua. Y los proyectos de trasvase de agua tienen que ser no para legalizar estos regadíos, sino para restaurar el acuífero, muy dañado. Porque Doñana sí se toca, claro que sí se toca, pero para aprobar planes de restauración”, ha explicado Soraya Rodríguez, portavoz de Medio Ambiente.

Ha asegurado que CS está movilizando a su grupo en la eurocámara, Renew Europe, para que Bruselas intervenga en el humedal más importante de la Unión en línea con la defensa que se está haciendo del Mar Menor, otro ecosistema único en Europa.

“Nos movilizamos, primero, para conseguir que se respete toda la legislación europea que ya protege el humedal, pero en nuestro caso, además, para que se cumpla la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, que ya se ha pronunciado sobre una situación dramática”, ha añadido.

La eurodiputada ha pedido un debate honesto entre las tres administraciones implicadas en salvar Doñana, la europea, el Gobierno y la Junta de Andalucía, sobre todo para aprobar un plan de restauración que se aplique de forma inminente ante la falta de agua.

“En Doñana se están extinguiendo alcornoques centenarios y hay especies únicas en Europa que perviven allí y están al borde de la extinción. Qué barbaridad. Aquí no se trata de contraponer intereses económicos con conservación de la biodiversidad: sin agua, sin una adecuada conservación de los suelos, no hay agricultura ni progreso económico posible. Es algo que no nos pertenece a nosotros, sino a las generaciones futuras”, ha añadido.

La eurodiputada liberal está negociando desde el Parlamento Europeo la nueva Ley de Restauración de la Naturaleza, la primera ley que establece objetivos jurídicamente vinculantes de restauración de ecosistemas degradados y que será otra herramienta legal más para proteger Doñana. “Estamos trabajando para que el resultado sea una ley ambiciosa a la par que realista. Uno de los objetivos de la ley es precisamente la rehumidificación de turberas en tierras de uso agrícola”, ha explicado.