• El portavoz de los liberales acusa al Gobierno de seguir en su empeño de poner a España al servicio de quienes quieren acabar con ella

El jefe de la delegación de CS en Bruselas, Adrián Vázquez, ha denunciado que el Gobierno insista en hacer el ridículo en la UE con la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego para ganar su investidura y que tengan que ser sus socios europeos los que exijan devolver la atención a los asuntos importantes, como le ha reclamado Letonia.

“Pedro Sánchez sigue intentando poner España al servicio de quienes quieren cargársela. Está usando la voz de los españoles y nuestro rol en la presidencia del Consejo para ceder ante Puigdemont y asegurarse el asiento en la Moncloa. Más que jugador de baloncesto parece un mal jugador de póquer, porque con lo de las lenguas todo el mundo en Bruselas le ha visto la mano”, ha denunciado.

Desde que el Gobierno lanzó la idea, los liberales españoles están trabajando para explicar a los 27 las razones de fondo de la pretensión de Pedro Sánchez, que necesita sumar los votos secesionistas para mantenerse en el poder. El pasado agosto, la delegación europea de CS advirtió en una carta al resto de Estados que catalán, gallego y euskera no son lenguas oficiales del país, como exige la normativa europea para elevar su estatus, y que la propuesta responde a necesidades de política interna de un Gobierno en funciones.

La carta fue dirigida a las representaciones permanentes de los 26 socios comunitarios en la UE. CS explicó a los Estados Miembro varios aspectos legales respecto a las lenguas, pero además les situó en el contexto en que se produce la iniciativa: la necesidad que tiene un Gobierno en funciones de lograr ser elegido de nuevo con el apoyo de partidos nacionalistas, “algunos de los cuales tienen una historia teñida de populismo y euroescepticismo”.

Además, el papel de CS fue clave para frenar un intento parecido en el Parlamento Europeo como parte de la negociación de Sánchez. La posición de Renew Europe, a instancias de Ciudadanos, fue decisiva el pasado septiembre en la reunión de la Mesa del Parlamento Europeo ante la petición del Gobierno español de permitir el uso de las lenguas autonómicas. La Eurocámara pospuso el tema a la espera de que el Consejo lo abordase y el Consejo, como se ha visto, ha decidido no atender esta petición.