• Pagaza pide a Europol un estudio cualitativo sobre los procesos de radicalización de una generación muy joven

La vicepresidenta de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior del Parlamento Europeo, Maite Pagazaurtundua, pidió hoy al director de la Unidad Antiterrorista de Europol, Manuel Navarrete, realizar un estudio cualitativo sobre el aumento de jóvenes radicalizados en España, a la luz del “Informe 2020 de Europol” dado a conocer hoy.

A juicio de Pagaza, el País Vasco y Navarra, por su concentración de población adulta que no deslegitima a los asesinos y que resulta ambivalente con la estigmatización de ideas políticas que no les gustan -las constitucionalistas-, puede servir como laboratorio perfecto para entender las nuevas tendencias de hostilidad, discursos de odio y fanatismo violento en toda Europa.

El informe, presentado hoy en la Comisión Parlamentaria, señala que “grupos etno-nacionalistas y separatistas en Francia y España se mantuvieron inactivos, pero grupos marginales y radicales amenazan con volver a participar en la violencia”.

“El diagnóstico de Europol coincide con lo que estamos viendo en el País Vasco y Navarra sobre un incremento de los discursos de odio. Por ejemplo, hoy mismo hemos visto un vídeo de chavales que hablan sin conciencia clara sobre lo que significa asesinar o ser asesinado y, por tanto, vulnerables a ser captados, en su caso”, manifestó Pagaza.

Por esta razón, solicitó a Europol ir más allá en la constatación de esta tendencia al alza que genera “jóvenes con valores poco consistentes que pueden ser pasto de grupos separatistas en España, pero también del yihadismo o de la violencia y el crimen indeterminado“.

Europol indica que “a pesar de los anuncios de desarme, fueron descubiertos dos depósitos de armas y explosivos”. Además, como en años anteriores, los ataques especificados como etnonacionalistas y separatistas representaron la mayor proporción (57 de 119) de los todos los ataques terroristas en 2019, si bien la evolución es a la baja en comparación con 2018.

Cada año el Informe sobre la situación y las tendencias del terrorismo en la UE (TE-SAT) se refiere con detalle al estado del terrorismo en la Unión y, en esta ocasión, muestra cómo ciertas ideologías continúan planteando un riesgo significativo de radicalización. Asimismo, Navarrete señaló que no hay un nuevo modus operandi generado por la COVID, pero sí se ha utilizado la situación sanitaria para extender el miedo, para reclutar y radicalizar.