La eurodiputada y negociadora de la ley advierte de la profunda desigualdad en la UE: “Nos han achacado que esto cuesta dinero. ¿Cuánto vale una vida? Si no vale lo mismo la de las mujeres, tenemos un enorme problema”
Declaraciones de Soraya Rodríguez: https://www.dropbox.com/scl/fi/y3e6ha8zrrtm8gerafzoc/Declaraciones-Soraya-Rodr-guez-Directiva-violencia-g-nero.mp4?rlkey=vfkrvhwlordlvwzcxlitsp520&dl=0
Bruselas, jueves 15 de febrero de 2024. La eurodiputada de CS y portavoz de Mujer, *Soraya Rodríguez*, ha mostrado su satisfacción por la aprobación de la Directiva europea para combatir la violencia contra la mujer, una ley histórica por ser la primera a escala comunitaria y porque impondrá una legislación a los Estados que todavía no la tienen. “Hemos tenido que arrancar a los Gobiernos cada medida, algo incomprensible cuando se estima que 200 mujeres son asesinadas al mes en la Unión”.
Las Comisiones de Mujer y de Libertades Civiles de la Eurocámara ratificaron este jueves la Directiva acordada entre el Parlamento, el Consejo y la Comisión, por lo que solo queda la votación en Pleno en abril y la ley será una realidad.
“Sorprendería ver la falta de regulación y de asistencia a mujeres y niñas víctimas de violencia en muchos países de la Unión. Por lo tanto, es una norma necesaria. 70 años después de la construcción de la UE, no se había considerado prioritario atender este drama”, ha explicado la eurodiputada liberal. Según la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, 50 mujeres son asesinadas en la UE cada semana de media.
La Directiva asegura estándares comunes de protección y prevención, y la criminalización de seis formas de violencia de género en toda la Unión. Los delitos de la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado, la difusión no consentida de material íntimo o manipulado, el ciberacecho, el ciberacoso y la incitación a la violencia o al odio por medios cibernéticos serán criminalizados en los 27 Estados. Esta normativa se añade a las respectivas legislaciones contra la violencia de género en los Estados miembros, que en algunos casos van más allá.
Soraya Rodríguez ha explicado que la negociación ha sido especialmente dura con el Consejo, donde las eurodiputadas (todas mujeres) han tenido “que arrancar medida a medida” a los Gobiernos, “a los responsables precisamente de proteger la integridad y la vida de las mujeres y las niñas”.
“Por ejemplo, los mecanismos electrónicos de detección, que en España han dado buen resultado, nos decían que incrementaban los presupuestos nacionales. ¿Pero cuánto vale una vida? Es incomprensible el nivel de desigualdad que existe. Si la integridad y la vida no vale lo mismo si eres ciudadano o ciudadana, tenemos un enorme problema”, ha censurado.
Según la eurodiputada, el Consejo ha tratado de provocar la ruptura de la negociación, pero el objetivo de las eurodiputadas era lograr una directiva antes que continuar sin ninguna. Uno de los escollos principales ha sido el delito de violación, defendido por la Comisión y el Parlamento pero que el Consejo se ha negado incluir en la directiva.
“No lo hemos conseguido, pero se va a establecer una definición europea común de violación en el artículo 36 Bis, el que establece la obligación de los Estados de prevenir las violaciones. Allí se recoge que cualquier acto sexual no consentido será considerado delito. Es decir, los 16 Estados que todavía no tienen una definición del delito de violación basado en la falta de consentimiento, deberán modificar sus Códigos Penales para adaptarlo a la definición del Convenio de Estambul. Es un gran avance, un paso de gigante”, ha defendido.
La Directiva establece también muchas medidas sobre prevención de la violencia y asistencia a las víctimas, mujeres y niños, que en España ya existen, como la creación de centros de acogida, los juzgados y el personal especializado, etc.
“Es incomprensible cómo se entiende aún la violencia contra las mujeres en muchos países. No tengo ninguna duda del gran valor añadido de esta norma para nuestras sociedades y las mujeres europeas, especialmente aquellas que viven en países que no han ratificado el Convenio de Estambul, Bulgaria, República Checa, Hungría, Letonia, Lituania y Eslovaquia. Esta directiva trae consigo obligaciones para todos ellos”, ha concluido Soraya Rodríguez.