- Solís subraya las recomendaciones para que Europa sea la primera en incluir “estándares internacionales que aseguren que la IA respete nuestros valores a la vez que recuperamos la soberanía digital”
- Pagaza destaca la necesidad de que las administraciones luchen contra la “brecha digital” para el “pleno respeto de los derechos fundamentales”
- Rodríguez advierte sobre el sesgo que puede comportar el uso de algoritmos complejos ya que “puede derivar en una discriminación a gran escala”
La Delegación de Ciudadanos Europa celebra que su grupo sea el primero en presentar una propuesta política sobre la Inteligencia Artificial (IA) en Europa con el objetivo que “ésta pueda aportar el máximo de beneficios para las los ciudadanos, a la vez que se protegen todos los derechos fundamentales”. El contenido se ha presentado en reunión de Grupo a la Vicepresidenta Ejecutiva de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, y al Comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, quienes supervisan la transición digital del continente.
Los derechos y oportunidades deben ir de la mano
SUSANA SOLÍS, miembro de la Comisión de Industria, Investigación y Energía y del Intergrupo de Inteligencia Artificial, considera que “es un documento constructivo”, que resalta el impacto positivo que tendrá la IA en la vida de los ciudadanos, en la reconversión del tejido industrial hacia la industria 4.0 y en el ecosistema innovador. Para Solís, “se establecen por primera vez estándares europeos que deben asegurar una tecnología confiable, transparente y que respeta nuestros valores europeos y derechos fundamentales”. No obstante, apunta que “aún queda mucho camino por delante para que el continente europeo se posicione como líder en Inteligencia Artificial”. Para ello, señala que “además de finalizar el mercado único digital, necesitamos una estrategia europea de datos para garantizar nuestra soberanía tecnológica, el desarrollo en Europa de infraestructuras de datos y capacidad de computación, facilitando a las pymes la adopción de la IA y el acceso a los datos”.
Solís resalta que “es necesario coordinar los distintos programas nacionales de IA, para aunar esfuerzos y aprovechar sinergias en Europa”. La eurodiputada declara que “Europa necesita invertir más en investigación e innovación” para convertirse en un ecosistema de excelencia que evite la fuga de talentos y cree las mejores condiciones para atraer investigadores de primer nivel. Por último, Solís ha incidido en “la necesidad de formar a los jóvenes” para que desarrollen conocimientos y habilidades digitales desde la base y en ofrecer “programas de capacitación a los trabajadores para asegurarnos que nadie se quede atrás”.
Dimensión ética del desarrollo tecnológico
La vicepresidenta primera de la comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior, MAITE PAGAZAURTUNDUA, celebra que el documento de trabajo haya recogido su propuesta de que las administraciones luchen contra la “brecha digital” para velar por que ningún ciudadano vea vulnerados sus derechos fundamentales. “Era importante lograr una propuesta que contemplara la protección de la calidad democrática y el contrato social, así como evitar la exclusión y la discriminación de personas que no pueden o no son capaces de dominar el ritmo de la tecnología”, indica Pagaza.
En el caso de las enmiendas promovidas por Pagaza, todas ellas se centran en la dimensión ética del desarrollo tecnológico para el pleno respeto de los derechos fundamentales. “Todos los beneficios potenciales de la AI deben estar ligados indisolublemente a la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos de la Unión. Para ello, las instituciones deben evitar el “gap digital” y velar por asegurar la accesibilidad a la Administración pública y los servicios de todos los ciudadanos, en especial, aquellos con discapacidad o con mayor vulnerabilidad”, plantea.
Advertencia sobre la discriminación por uso de algoritmos
SORAYA RODRÍGUEZ, miembro de la comisión de Igualdad y de la subcomisión de Derechos Humanos, destaca la necesidad de un enfoque de la IA basado en los derechos, las libertades y los valores fundamentales consagrados en los Tratados de la UE y en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión.
La eurodiputada advierte sobre la complejidad de los algoritmos porque “pueden dar lugar a preocupantes sesgos”, más graves incluso “que los conocidos hasta el momento”. En este sentido, Rodríguez ha apuntado que por ejemplo, en procesos de selección de personal, el uso de algoritmos puede dar lugar a una discriminación “a gran escala” por motivos sociales, económicos, étnicos, raciales y sexuales.
Para Rodríguez, “lograremos la confianza en la IA sólo si los ciudadanos entienden cómo funciona y de qué manera se utiliza y se valoran sus datos”, y señala que “la Unión debe realizar un esfuerzo de monitoreo para informar sobre el avance y el progreso de esta tecnología revolucionaria”.