La Delegación de Ciudadanos en el Parlamento Europeo ha preguntado este lunes a la Comisión Europea si “tiene constancia de la importación a la Unión Europea de productos fabricados con trabajo forzoso en China”, a raíz de la noticia de que la oficina de Aduanas estadounidense interceptó el pasado miércoles un envío de productos para el cabello humano sospechosos de haber sido empaquetados en campos de trabajo de la minoría uigur en Xinjiang.

Conscientes de las continuas violaciones de derechos humanos en los ‘campos de reeducación’ de las minorías musulmanas en el país, los eurodiputados de Ciudadanos han solicitado al ejecutivo comunitario que “garantice que las prácticas ilegales e inhumanas no se integren en las cadenas de suministro europeas”. En este sentido, han propuesto “crear una ‘lista negra’ de compañías que se beneficien de políticas de represión contra minorías étnicas o disidentes para la elaboración o transformación de productos comerciales”. 

 

Declaraciones del eurodiputado Jordi Cañas, miembro de la Comisión de Comercio Internacional (INTA) y la Comisión de Mercado Único (IMCO)

“El mercado único es la salvaguarda de los ciudadanos europeos de que los bienes que consumimos cumplen unos estándares mínimos que cercioren su calidad y establezcan su procedencia. Desde la Unión Europea, no podemos permitir la entrada de productos cuyo origen es sospechoso de haber utilizado trabajos forzosos incluso en niños.

El servicio de Aduanas de Estados Unidos ha dado a conocer que compañías chinas como Lop County Meixin Hair Product están comerciando internacionalmente con pelucas y extensiones de cabello fabricadas a partir de la explotación de personas, y es posible que dichos productos también estén siendo comercializados en Europa. No es la primera vez que China ha demostrado su total desprecio al respeto de los derechos humanos hacia las minorías musulmanas en el país, y está usando su peso en el mercado internacional para lucrarse de las políticas de represión contra ellas.

La Unión Europea debe fijar una posición firme al respecto. Hemos de conocer cuáles son las compañías responsables e impedir la importación de sus productos en el mercado comunitario”.

 

Declaraciones de la eurodiputada Soraya Rodríguez, miembro de la Subcomisión de Derechos Humanos (DROI)

“El respeto a los Derechos Humanos como parte fundamental de los valores de la Unión Europea también debe extenderse a las cadenas de suministro y a las importaciones. La Comisión Europea tiene un rol central en el compromiso con la transparencia y el monitoreo de los productos importados.

Los uigures sufren una fuerte represión desde hace años, como demuestra la historia de nuestro Premio Sajarov 2019, Ilham Toti, condenado a cadena perpetua”.