• El eurodiputado Adrián Vázquez pide a Ursula von der Leyen que la Comisión Europea haga recapacitar al organismo deportivo para “enviar un mensaje claro e incontestable de respaldo a los derechos fundamentales”

El eurodiputado de Ciudadanos y presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo, Adrián Vázquez, ha denunciado en una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la inaceptable negativa de la UEFA a que el estadio Allianz Arena de Munich se ilumine con el arco iris de la bandera LGTBIQ y le ha pedido que intervenga, “para enviar un mensaje claro e incontestable de respeto y respaldo a los derechos fundamentales”.

Adrián Vázquez ha denunciado la chocante decisión de la UEFA y mostrado su preocupación por que no se permita que el citado estadio se ilumine con los colores representativos LGTBIQ, aprovechando la celebración de un partido de fútbol de la Eurocopa en la semana de celebración del ‘Orgullo’. El organismo deportivo ha alegado que con esta acción se lanza un mensaje político y que la UEFA es un ente neutral.

“Creo firmemente que la respuesta de la UEFA es inaceptable e impropia de una alta institución que representa a los ciudadanos europeos y nos proyecta al mundo a través del amplio alcance social del deporte y sus valores asociados”, critica el eurodiputado en la carta a Urusula von der Leyen.

Vázquez subraya a continuación que los derechos fundamentales no conocen ideología y son la base de la paz y de la convivencia, como dejan claro el artículo 2 del Tratado de la UE y el artículo 23 de la Carta de Derechos Fundamentales.

Las libertades básicas, como elegir a quién amar, no deben tener etiqueta, credo o ideología, ya que representan la base sobre la que se construyen nuestras instituciones. Por tanto, no podemos aceptar que estos derechos sean considerados ideas partidistas como forma de ocultarlos, eliminarlos o prohibirlos del espacio público”, argumenta Adrián Vázquez.

Por ello, el eurodiputado de Ciudadanos reclama a Von der Leyen que la Comisión Europea intervenga ante la UEFA y le haga reconsiderar esa prohibición, “para enviar un mensaje claro e incontestable de respeto y respaldo a derechos fundamentales en Europa”.