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El eurodiputado de Ciudadanos y portavoz de Comercio Internacional en el Parlamento Europeo, Jordi Cañas, ha reclamado que una misión de la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo realice una visita a Marruecos para investigar el presunto etiquetado fraudulento de tomate del Sáhara Occidental como tomate marroquí, que luego es vendido en Europa, un fraude que está hundiendo a los productores españoles y europeos.
Jordi Cañas, que espera que las demás fuerzas políticas se sumen a esta iniciativa, ha afeado al comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, que se haya puesto del lado de Marruecos y no decida investigar las denuncias que él mismo le ha transmitido. El eurodiputado se dirigió el pasado mes de junio al comisario para advertirle de este posible fraude que han denunciado el sector agrario y comercial europeo, ONG y la sociedad civil.
Pero en su inaceptable respuesta, Wojciechowski niega estas denuncias y sale en defensa de las autoridades marroquíes, “que sin embargo son cómplices en la situación denunciada mediante la participación societaria en empresas de producción y explotación irregular del tomateque se encuentra en el Sáhara Occidental”, ha denunciado Jordi Cañas.
El eurodiputado liberal ha cargado contra la actitud del comisario por eludir sus responsabilidades y no investigar los hechos, cuando es una práctica que viola las normas europeas y el Acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos. Pero, sobre todo, esta situación está hundiendo a los productores españoles de tomate, al aumentar la exportación de este producto marroquí.
“La respuesta recibida demuestra una falta de compromiso político para atender e investigar los problemas que se denuncian desde esta institución, además de una falta de respeto y deferencia para con los representantes de los ciudadanos que componen esta Cámara e interpelan a la Comisión”, ha criticado Jordi Cañas, que ha vuelto a presentar las preguntas que ya registró, pero con una exigencia de que la respuesta sea adecuada y argumentada.
Con cerca de 4 millones de toneladas al año, España es uno de los principales productores de tomate de la UE, pero necesita de las exportaciones para la supervivencia del sector y el aumento de las ventas marroquíes en los mercados comunitarios ha provocado caída de precios y de ventas, al pasar de más de un millón de toneladas a 711.000 del último año.
Un informe de la ONG Mundubat señala que entre el 7 y el 14% de los tomates que Marruecos exporta a Europa proceden de los campos de Dakhla, situados en el Sáhara Occidental ocupado ilegalmente por Marruecos. Desde allí, son transportados a Agadir, ya en suelo marroquí, y mezclados con tomates de la región de Souss. Finalmente son envasados y etiquetados como producto del reino alauíta.