• La eurodiputada consigue sumar una mayoría a favor de reducir las emisiones de los vehículos en plazos y objetivos razonables para la industria española, con el voto en contra del PSOE


Foto de Susana Solís

La propuesta sobre la regulación Euro 7 de la eurodiputada de Ciudadanos Susana Solís ha recibido este jueves el voto a favor de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo. El siguiente paso es su votación en el Pleno de noviembre para ratificar “una propuesta ambiciosa en lo medioambiental, pero realista para la industria europea y los miles de empleos que dependen del sector del automóvil”, ha defendido Solís.

“Proponemos una regulación seria y realista que reduce las emisiones, porque es el único camino, pero que ha escuchado a las empresas que deben aplicarla, muchas de ellas en España. Estoy satisfecha con el resultado y voy a seguir trabajando para sumar más apoyos en el próximo Pleno, como los del PSOE, que hoy ha votado en contra pese a que no tiene argumentos para hacerlo”, ha añadido la eurodiputada, que ha criticado el voto hoy de los socialistas españoles César Luena y Estrella Durá.

La iniciativa de Susana Solís, única negociadora española y miembro del grupo liberal Renew Europe, ha conseguido el respaldo en la Comisión ENVI del Grupo Popular Europeo y de los Conservadores, una mayoría que ha superado la propuesta de la izquierda. De aprobarse en el Pleno de noviembre, Solís llevará esta postura parlamentaria al trílogo, la negociación con la Comisión y el Consejo para el acuerdo final.

“Espero llegar a un acuerdo final que permita aprobar Euro 7 durante la Presidencia española del Consejo, antes de fin de año, o que al menos queden solo los últimos flecos. Sería una pena empezar 2024 con la negociación todavía pendiente porque, tras la nuestra, será Bélgica quien ostente la presidencia del Consejo de la UE, un país que tiene mucho menor interés en defender la industria de la automoción”, ha dicho Solís.

La nueva regulación Euro 7 reemplaza a Euro 6 y actualiza los límites de emisiones en automóviles, camiones y autobuses de productos contaminantes diferentes al CO2. Además, por primera vez, establece límites de emisiones para neumáticos y frenos, además de regular la durabilidad de las baterías.

Solís añade también que su objetivo principal ha sido “ofrecer un equilibrio entre una mejor calidad del aire, una movilidad asequible y mantener la industria automovilística europea”. “La propuesta que nos llegó de la Comisión era inviable y hubiera provocado el cierre de buena parte de las plantas de vehículos pequeños de combustión que tenemos en España. Nuestro trabajo reduce emisiones, pero con medidas racionales: legislamos en tecnologías duraderas, no obsoletas, para que la industria siga invirtiendo en su transformación hacia el vehículo eléctrico”, ha explicado.

Con respecto a los vehículos ligeros, la propuesta aprobada mantiene las condiciones de prueba de Euro 6, para evitar inversiones adicionales en motores de combustión, y adopta los límites de la Comisión Europea (60 mg/km), con una ligera modificación para las furgonetas. Además, plantea un plazo de 2 a 3 años para su implementación.

Con respecto a los vehículos pesados, se propone una reducción del 60% de emisiones con respecto a Euro 6 y un periodo de ejecución de 4 a 5 años.

En cuanto a las baterías, “para mejorar la confianza del consumidor en el coche eléctrico buscamos establecer mejores rendimientos de baterías”. Deberán tener como mínimo un 75% de la capacidad original tras 10 años de uso en vehículos ligeros, y un 70% y 10 años para furgonetas.

Con respecto a las ruedas, la eurodiputada ha recordado que hay una regulación internacional en marcha que debería estar lista para 2026. Pero si esa regulación se estanca, el Parlamento pide a la Comisión Europea que establezca nuevos límites para junio de ese año 2026.

Por último, la regulación sobre frenos propuesta por Solís incluye una mayor ambición para los límites a los frenos regenerativos de vehículos con motor eléctrico y pasa de 7 mg/km a 3 mg/km.