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Los eurodiputados llaman la atención sobre la necesidad de mejorar la protección de datos en el país que alberga la mayor concentración de tecnológicas de Europa
La eurodiputada de Ciudadanos y vicepresidenta de la comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo, Maite Pagazaurtundua, concluyó ayer viernes la misión de eurodiputados a Irlanda con la determinación de seguir trabajando para abrir los ojos a las tecnológicas y a las autoridades de regulación y supervisión sobre la capacidad adictiva de ciertos productos tecnológicos, así como de la Inteligencia Artificial en los menores.
La misión, que duró 3 días y presidió la propia Pagazaurtundua, tenía por fin examinar la aplicación del Reglamento general de protección de datos, con el fin de mejorar su funcionamiento, incluyendo el mecanismo de la ventanilla única y el desempeño de la comisión de protección de datos irlandesa, que actualmente sufre un importante cuello de botella de casos sin resolver.
En concreto, la Autoridad irlandesa tiene abiertos 164 casos transfronterizos de presuntas infracciones, pero en tres años y medio de aplicación del nuevo Reglamento Europeo, solo ha emitido cuatro proyectos de decisión, lo que deja sin resolver casi el 98% de los casos. La autoridad española de protección de datos ha redactado diez veces más decisiones a pesar de contar con un presupuesto anual de 15,8 millones de euros, inferior a los 19 millones de euros irlandeses.
Esta visita fue planificada tras la resolución del Parlamento sobre la aplicación del RGPD del 25 de marzo de 2021 y de una audiencia en marzo de este año en comisión que puso de relieve el hecho de que la Comisión de Protección de Datos (CPD) irlandesa es “el peor cuello de botella” en la aplicación del Reglamento.
Dado que muchas empresas tecnológicas, como Apple, Facebook, Google, Microsoft, Facebook y TikTok, tienen su sede europea en Irlanda, la CPD es de hecho la principal autoridad en muchos casos cruciales de protección de datos, pero son muchas las quejas presentadas por la sociedad civil en el sentido de que la Autoridad irlandesa es muy permisiva, no da curso a reclamaciones sobre problemas transfronterizos y no cuenta con suficientes recursos.
Después de la visita, Pagazaurtundua señaló que los intercambios con las autoridades irlandesas y con los representantes de Meta, Tik tok y Microsoft, así como representantes de ONG, abogados especializados en privacidad y académicos fueron “extremadamente útiles y esclarecedores”, aunque las tecnológicas guardan bastante e injustificable opacidad.
“Pero al mismo tiempo, seguimos preocupados por el hecho de que la Autoridad irlandesa de protección de datos sea un obstáculo para el mecanismo de ventanilla única. En este contexto, estamos convencidos de que una revisión independiente de los procedimientos y acciones de la APD sería de gran ayuda”, agregó. “Apoyamos una serie de recomendaciones respaldadas por el Parlamento irlandés en su informe sobre la aplicación del DPRC en Irlanda pues abordar estas cuestiones es esencial para la protección de los datos personales de cientos de millones de ciudadanos europeos”, concluyó.
EFECTOS EN LOS MENORES
Asimismo, mostró su preocupación personal por los efectos que se están dando en menores, entre los que destacan baja autoestima, insatisfacción personal, depresión o hiperactividad. El porcentaje de niños y adolescentes que hacen un uso problemático de Internet es cercano al 10%, porcentaje que se ha visto aumentado en los últimos cinco años, en el que casi se ha triplicado.
“Ciertos productos digitales y desarrollos de inteligencia artificial son un fenómeno al que no podemos estar ajenos y sobre el que habrá que estudiar y legislar para tratarlo con la precaución que requiere”, manifestó Pagaza.
En el transcurso de la visita, los eurodiputados también se entrevistaron con la ministra de Justicia, Helen McEntee, la comisaria de Protección de Datos Helen Dixon y el Oireachtas del comité de justicia.