La decisión de Nicolás Maduro de expulsar a la Embajadora de la Unión Europea en Venezuela es una grave provocación que significa un salto cualitativo en la actitud desafiante del régimen ante la comunidad internacional democrática, además de un paso más en su estrategia de intentar apuntalar su régimen totalitario y anti-democrático en el país.

La expulsión viene después de la decisión de la Unión Europea de ampliar sanciones a altos cargos del régimen de Nicolás Maduro. Además, este movimiento de desafío a la diplomacia europea se produce tras el fallo del Tribunal Supremo que invalidaba la elección de Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional y la designación por parte de este tribunal, controlado por el régimen, de cinco miembros del Consejo Nacional Electoral afectos a la dictadura. Esto viola una competencia que la Constitución encomienda a la Asamblea Nacional, con la intención de controlar la única institución democrática y legítima, y eliminar la oposición democrática. Todo ello con la intención preparar el terreno para la convocatoria de una farsa de elecciones democráticas que den una imagen de “legitimidad” al régimen.

 

Declaraciones del vicepresidente primero de la Delegación para las relaciones con América Latina y eurodiputado de Cs Jordi Cañas

“La UE no se puede dejar intimidar por esta nueva provocación del narcotirano, sino que tiene que redoblar y extender las sanciones contra los miembros del régimen, lanzando, de este modo, un mensaje claro y contundente de firmeza al conjunto de la comunidad internacional y un potente mensaje al conjunto de ciudadanos venezolanos del compromiso de la UE con el retorno de la democracia a Venezuela.

De igual manera, es urgente la inmediata respuesta diplomática, proporcional con la decisión de Maduro, así como proceder inmediatamente a retirar las credenciales de los representantes antidemocráticos del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro.

Pedimos al Alto Representante que estudie si ha llegado el momento de asumir las propias decisiones de las instituciones europeas, que consideran a  Juan Guaidó y a la Asamblea Nacional como únicos representantes ilegítimos de Venezuela, y otorgar a las personas designadas por esta institución las credenciales de embajador ante la UE.”