- La eurodiputada Soraya Rodríguez advierte de la necesidad de que los ciudadanos sepan que la vacuna es segura y que no hay alternativa contra la pandemia
La eurodiputada de Ciudadanos Soraya Rodríguez ha reclamado máxima información y transparencia sobre la producción y seguridad de las vacunas contra la COVID-19 para conseguir que millones de personas se vacunen y lo hagan con confianza, porque “es vital para acabar con la pandemia” y no hay de momento alternativas.
Soraya Rodríguez, portavoz de Ciudadanos en la Comisión de Salud del Parlamento Europeo, ha dirigido un encuentro con distintos expertos en la materia para presentar un informe realizado por la Office of Health Economics (OHE) de Londres sobre los factores clave para adquirir, pagar, distribuir y utilizar las vacunas para la COVID-19, encargado por el grupo Renew Europe en el que se integra Ciudadanos y presentado en el Parlamento Europeo.
El trabajo hace propuestas sobre compra y distribución de las vacunas en la Unión Europea y subraya, entre otros aspectos, la importancia de que la población se conciencie de que son seguras, porque es necesario lograr la inmunidad para detener la pandemia y recuperar la normalidad. Es una apuesta por desterrar algunas creencias: la rapidez en la obtención de la vacuna no significa inseguridad y no se ha suprimido ninguna norma para acelerar el proceso. Se han cumplido todas las exigencias de seguridad.
“Es más necesario que nunca que la sociedad reciba información clara, transparente. El prestigio de la ciencia y de los expertos es fundamental, que den seguridad y confianza a una población que necesita la vacuna y que tiene que vacunarse”, ha recalcado la eurodiputada.
Soraya Rodríguez ha destacado también que la investigación en esta vacuna ha producido un gran avance que servirá en el futuro para lograr otras inmunizaciones, y ha apostado por que se distribuya también en los países en desarrollo. “Debe ser un bien público global que llegue a todos los países del mundo”, ha reivindicado.
En el acto ha intervenido Francisco Igea, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, quien ha hecho hincapié en concienciar sobre la seguridad del proceso de vacunación y por ser para ello transparentes, que los ciudadanos tengan toda la información sobre la investigación, las pruebas, los resultados. Luchar contra las fake news y contra la pseudociencia, “que la ciencia vuelva a tener prestigio”, ha subrayado.
Vacunación voluntaria
El informe de la OHE ha sido presentado por uno de sus autores, Mikel Berdud, quien ha reclamado un plan de educación e información para terminar con la desconfianza en las vacunas. “Se han cumplido todos los pasos y la población tiene que saberlo”, ha dicho. “Hay que educar en el valor de las vacunas”.
En este informe se apuesta por convencer a la población y lograr así una vacunación voluntaria, porque en su opinión es la manera de lograr el éxito y la confianza de los ciudadanos. “La vacunación obligatoria será enormemente criticada y utilizada contra el uso de vacunas y la ciencia, ahora y en el futuro”, ha advertido este experto.
El trabajo reflexiona entre otros muchos aspectos también sobre qué grupos deben ser vacunados primero y cómo distribuir las dosis por países. Mikel Berdud ha defendido una distribución no sólo por población, sino que atienda también otros factores como la situación epidemiológica de los Estados, el estrés de los sistemas sanitarios y la situación socieconómica que atraviesa por la pandemia.
Sobre esta última cuestión, ha puesto sobre la mesa que tras la vacunación de los grupos diana, personas mayores, de riesgo y personal sanitario, se baraje vacunar a personas en situación desfavorecida porque el virus, ha recalcado, sí discrimina. “Estas personas sufren más la enfermedad, por la composición de los hogares, los contratos de trabajo… Habría que hacer hincapié en que puedan acceder cuanto antes a la vacuna porque ahí vamos a parar antes también la transmisión”, ha señalado. “El objetivo es salvar vidas y levantar las limitaciones impuestas, los cierres de ciudades y países”, ha concluido.
No hay alternativa
En una línea similar se ha expresado Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología. Ha asegurado que las personas que dudan si vacunarse o no “no son negacionistas, sino que tiene dudas que pueden ser razonables” y que hay que darles confianza.
“¿Alguien en su sano juicio puede pensar que si no hubiera seguridad en las vacunas iban a ser autorizadas por los órganos reguladores? Muchos ciudadanos creen que van a ser conejillos de indias y hay que desechar esta idea inmediatamente. Ya se ha contrastado la seguridad”, ha subrayado.
Y ha lanzado otra pregunta clave para la población: cuál es la alternativa a no vacunarse. “¿Seguir profundizando en el dolor y en la tremenda crisis que ha provocado la pandemia?”, ha planteado.
También ha insistido en la seguridad Magdalena Rodríguez, Directora Ejecutiva de Vaccines Europe, quien ha subrayado que la rapidez no significa inseguridad. Ha recalcado que en la industria “no hay ningún interés en que una vacuna vaya mal” y que se está haciendo un esfuerzo en invertir además “a riesgo”, sin saber de entrada si la candidata en la que se trabaja va a ser aprobada.
La UE asume un riesgo compartido al comprar vacunas: todos los países trabajan a una
Desde la Comisión Europea, Miguel Ceballos ha explicado que se ha dado una “situación única en la historia de la UE”, porque se va a realizar una compra conjunta de vacunas y se comparte el riesgo de la operación, porque es posible que alguna de las candidatas no funcione.
“Hemos conseguido negociar seis contratos con los mejores candidatos de este momento y con ensayos más avanzados. Tenemos el mismo precio y vamos a distribuir vacunas en función de la población de cada Estado. Todo el mundo la recibirá al mismo tiempo”, ha explicado.
Ha recalcado que se compra además un producto que no existe, algo importante, un riesgo que la UE asume pero que comparte también con la industria. Son 2.700 millones de euros que la Unión pone en manos de la industria farmacéutica para que invierta en producir esas vacunas y para que lo haga además en la UE. “No podemos depender del aprovisionamiento de otros países, es otra de las lecciones de la pandemia”, ha enfatizado.
Miguel Ceballos ha dicho también que en 2021 habrá varias vacunas disponibles. Se cree que la primera será la de la empresa Pfizer, pero todas las autorizadas podrán ser distribuidas. “Eso plantea varias cuestiones. Pueden tener distinta eficacia, distintas condiciones de logística, distintos precios. Habrá que utilizar todas las vacunas disponibles en la cantidad en que puedan ser distribuidas”, ha agregado.
“Tenemos que ser capaces de transmitir todos los ensayos, los ensayos sobre seguridad, las posibles complicaciones, y los ciudadanos tienen que saber qué personas se vacunan, los efectos secundarios, las posibles consecuencias, para transmitir sensación de transparencia y seguridad”.
También ha explicado que la distribución de la vacuna va a ser uno de los mayores retos logísticos y sanitarios a que se enfrente el sistema nacional de salud español, porque se debe vacunar a millones de personas “en un corto espacio de tiempo y en un escenario de muchísima ansiedad”. “Para esto tenemos que estar seguros del ritmo, de que tenemos capacidad logística, almacenes, cuáles son las poblaciones diana y que estas poblaciones diana están ajustadas al ritmo de llegada de vacunas. Es un inmenso aparato logístico que no podemos precisar hasta que no sepamos qué vacuna concreta llegará”, ha explicado.