• La eurodiputada Maite Pagaza se dirige por carta a Von der Leyen y a Reynders para que la CE paralice la reforma anunciada, como frenó el primer ataque del Gobierno a la independencia judicial
La eurodiputada de Ciudadanos Maite Pagazaurtundua se ha dirigido por carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y al comisario de Justicia, Didier Reynders, para que el ejecutivo comunitario intervenga y evite la reciente reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) presentada por los partidos del Gobierno, PSOE y Podemos, “un nuevo golpe a la independencia judicial que cercena los nombramientos de los altos cargos judiciales con la intención de doblegar su actuación y convertirlo en subordinado del poder político”.
Pagaza, vicepresidenta de la Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo, recuerda en ambas cartas que la Comisión ya detuvo un primer intento de reformar este órgano y que suponía romper directamente la separación de poderes. La eurodiputada se dirigió al ejecutivo comunitario expresando su preocupación por esa maniobra del Gobierno, el comisario Reynders intervino y el ejecutivo español se vio obligado a aparcar esa propuesta.
Ahora, Pagaza ha pedido a Von der Leyen y a Reynders que la Comisión vuelva a tomar cartas en el asunto, ante una nueva iniciativa de PSOE-Podemos que busca impedir que el CGPJ pueda hacer nombramientos estando en funciones. Se va a tramitar además en el Congreso de los Diputados por la vía de urgencia, lo que reduce drásticamente los plazos parlamentarios y por tanto la capacidad de influir de la oposición.
“Le ruego que en la medida de sus competencias intervenga para evitar esta reforma unilateral que afecta al corazón del Estado de Derecho”, plantea la eurodiputada de Ciudadanos.
“Estamos ante un nuevo intento de reparto de tarta política que afecta directamente a la independencia judicial, pese a las numerosas advertencias de las instituciones internacionales, todo ello en un medioambiente de crispación política, donde los nacionalismos y populismo son cada vez más una amenaza a la estabilidad democrática”, explica Maite Pagaza.