•  La iniciativa partió de Maite Pagaza, quien ha puesto el acento en que Rusia intenta aprovechar todas las oportunidades para desestabilizar las democracias y el movimiento separatista es pieza fundamental en el caso de España

Bruselas, 25 de enero de 2022. La Comisión Especial del Parlamento Europeo sobre injerencias extranjeras en los procesos democráticos de la Unión Europea y desinformación (comisión INGE) pidió hoy en su informe final una “investigación en profundidad” sobre los contactos estrechos entre funcionarios rusos y secesionistas catalanes, a propuesta de la eurodiputada de Ciudadanos y vicepresidenta de la Comisión de Libertades Civiles, Maite Pagazaurtundúa.

 

Esta incorporación al texto, que se votó hoy tras más de un año de trabajos de esta comisión, ha sido promovida por Pagaza, quien en todo momento ha destacado que Rusia intenta aprovechar todas las oportunidades de promover la desestabilización de las instituciones democráticas, y el movimiento separatista catalán es pieza fundamental en España.

 

En concreto, el informe reconoce que “las conclusiones sobre los contactos estrechos y regulares entre funcionarios rusos y representantes de un grupo de secesionistas catalanes en España requieren una investigación en profundidad” y, añade, “forman parte de la estrategia más amplia de Rusia para aprovechar todas las oportunidades de manipular los discursos con el fin de promover la desestabilización”.

 

“En un momento como el actual en el que asistimos a fuertes tensiones geopolíticas por la acción rusa, es importante que seamos muy cuidadosos a la hora de valorar todas las informaciones que tenemos sobre la relación entre secesionistas catalanes y personas de los servicios de inteligencia rusa”, manifestó Pagazaurtundua.

 

El informe de INGE ha sido aprobado por 25 votos a favor, ocho en contra y una abstención. Ahora, será votado probablemente en el pleno del mes de marzo y supondrá un importante aviso de carácter político.

 

El texto señala que “Rusia busca contactos con partidos, figuras y movimientos para utilizar a los actores dentro de las instituciones europeas para legitimar las posiciones rusas, a los gobiernos de proximidad, para presionar por el alivio de las sanciones y mitigar las consecuencias del aislamiento internacional”.

 

En este sentido, cita expresamente a partidos como el FPÖ austriaco, el Rassemblement National francés y la Lega italiana, que han firmado acuerdos de cooperación con el partido Rusia Unida del presidente ruso Vladimir Putin y se enfrentan a informes de los medios de comunicación sobre las acusaciones de estar dispuestos a aceptar la financiación de los partidos políticos por parte de Rusia.

 

También se señala que otros partidos europeos, como la AFD alemana, el Fidesz y el Jobbik húngaros y el Partido del Brexit en el Reino Unido, mantienen “estrechos contactos con el Kremlin” y, en el caso de la AfD y el Jobbik, también han trabajado como “observadores electorales” en las elecciones controladas por el Kremlin, por ejemplo en Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, para supervisar y legitimar las elecciones patrocinadas por Rusia.

 

El informe, asimismo, menciona a Venezuela entre los regímenes autoritarios implicados en financiación encubierta de actividades políticas por parte de actores y donantes extranjeros.  “Rusia, China y otros regímenes autoritarios han canalizado más de 300 millones de dólares en 33 países para interferir en los procesos democráticos, así como Irán y u otros actores de Oriente Medio y de la extrema derecha estadounidense [que] han participado en la financiación encubierta, y que esta tendencia se está acelerando claramente; considerando que la mitad de estos casos se refieren a las acciones de Rusia en Europa; considerando que la corrupción y el blanqueo de dinero ilícito son una de las fuentes de financiación política de terceros países autoritarios”, recoge el informe.