- El eurodiputado José Ramón Bauzá (Cs) pide a la Comisión Europea que se complete la conexión gasística entre España y Francia, como alternativa a la dependencia del gas ruso
El eurodiputado de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, José Ramón Bauzá, ha interpelado esta mañana con carácter urgente a la Comisión Europea para reclamar un plan energético que ponga fin a la dependencia europea del gas ruso.
El eurodiputado liberal, lamenta que “pese a que sabíamos desde hace años que Europa se exponía al chantaje energético ruso, la UE se enfrenta a esta crisis sin preparación suficiente”, con una gran dependencia del gas de Vladimir Putin.
“El estallido del conflicto con Rusia en Ucrania -el peor que vive Europa desde la Segunda Guerra Mundial- vuelve a dejarnos a merced del chantaje de Vladimir Putin”, asegura Bauzá.
En su interpelación urgente al ejecutivo comunitario, recuerda que “España está en una situación privilegiada para compensar la falta de suministro, gracias a su gran capacidad para procesar envíos de gas natural licuado y su posición estratégica entre el Atlántico y el Mediterráneo”. Una vez procesado en España el gas proveniente de países productores como Catar o Estados Unidos, este podría abastecer a los países del centro y el este de Europa, que actualmente dependen de las importaciones de Rusia, o almacenarse para situaciones de emergencia como la actual. La posición geográfica de España favorece además la recepción de buques metaneros provenientes tanto del Mediterráneo como del Océano Atlántico.
“Con esta medida, no sólo ponemos fin a una grave debilidad geopolítica de la Unión Europea” ha afirmado el eurodiputado “posicionaríamos a España como puerta de entrada del gas a Europa, aumentando exponencialmente la capacidad de influencia de nuestro país”
Por ello, la formación liberal reclama a las instituciones europeas urgencia en el desarrollo de un plan estratégico -en coordinación con los gobiernos español y francés- que complete finalmente las conexiones gasísticas entre España y el resto del continente, una infraestructura que lleva años paralizada por falta de inversión e incentivos a los actores privados.
Esta medida estratégica limitaría una la de las principales herramientas con las que el Kremlin chantajea a la Unión Europea, a sabiendas de que, del suministro energético ruso, especialmente de gas, dependen muchos Estados miembro.