- La eurodiputada Susana Solís valora la aprobación de la directiva de emisiones y la apuesta por el motor eléctrico a partir de 2035, pero pide apoyo para regiones como Castilla y León, Navarra, Aragón o Galicia: “Miles y miles de familias viven de una industria que históricamente ha sido un orgullo para Europa”
Intervención en Pleno y declaraciones de Susana Solís
La eurodiputada de Ciudadanos y portavoz de Industria, Susana Solís, ha apoyado el Reglamento de la UE que da el paso definitivo hacia el vehículo eléctrico en 2035, pero ha pedido que se cumplan varias premisas imprescindibles para una transición justa: apoyo a la transformación de la industria, revisión en 2027 de las metas impuestas y una red de recarga con objetivos obligatorios por países.
“Ayudemos a consumidores e industria, que esta transformación no nos pille por sorpresa y demos apoyo a regiones como Castilla y León, Navarra, Aragón o Galicia en las que miles y miles de familias viven de lo que históricamente ha sido una industria motivo de orgullo para Europa. Demostremos que Europa las respalda y creemos un fondo de apoyo específico para ellas”, ha defendido la eurodiputada.
Susana Solís ha intervenido en el Pleno de Estrasburgo que hoy mismo ha aprobado este Reglamento UE sobre nuevos estándares de emisiones CO2 para coches y furgonetas, con 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones. Supondrá la prohibición de la venta de vehículos ligeros con motor de combustión a partir de 2035, en línea con los objetivos climáticos europeos. Se establecen objetivos intermedios de reducción de emisiones para 2025, de un 15%, y para 2030, del 55% para coches y del 50% para furgonetas. La norma incluye además la revisión en 2027 de los hitos aprobados.
La eurodiputada, que ha trabajado en este Reglamento desde que inició su tramitación, ha sido especialmente dura con la necesidad de establecer esa revisión intermedia de los plazos y de tener en cuenta con ello las necesidades de la industria y los consumidores. Su voto en contra en Comisión el año pasado fue crucial para evitar precisamente un adelanto irracional de los objetivos finales propuesto por parte de la izquierda y los verdes.
“Este Reglamento es crucial también para la industria, que engloba no sólo a grandes empresas sino también a pequeños productores que han hecho de Europa líder mundial. Por eso son fundamentales los tres puntos incluidos en la norma que hoy votamos: tenemos que dar seguridad jurídica al sector, sin cambiar reglas del juego cada cinco años; tenemos que garantizar puntos de recarga y tenemos que revisar los objetivos que hoy aprobamos en 2027, asegurar junto al sector que todo esto es factible”, ha explicado.
La eurodiputada liberal ha pedido especialmente que se tenga en cuenta al ciudadano. Por un lado, que la UE asegure la creación de una red pública y privada de puntos de recarga con objetivos obligatorios por país, para que Estados como España, muy retrasada, de una vez tengan que hacer los deberes. “De no ser así, nuestra ambición no tiene sentido”, ha advertido Susana Solís.
Además, ha apostado por incentivos fiscales y ayudas directas a la compra de vehículos eléctricos al menos en el despliegue inicial, para terminar con la vida media del parque automovilístico español de 14 años.
Y con respecto a la industria, con la que Susana Solís ha trabajado directamente para escuchar sus propuestas ante este nuevo Reglamento, “necesita seguridad jurídica y apoyo a la transformación”. “Hay que dar incentivos para mejorar nuestra producción de baterías, garantizar el suministro de materias críticas y asegurarnos de que no se ponen trabas adicionales que desvíen inversión hacia tecnologías obsoletas”, ha explicado.
Tras la aprobación por tanto de este Reglamento, Susana Solís ha pedido al Parlamento Europeo que use su influencia para crear un fondo de apoyo a las regiones dependientes del automóvil, como las españolas, y para que la nueva normativa AFIR (reglamento sobre infraestructuras de combustibles alternativos de la UE) sea igualmente ambiciosa.